Crítica Horizon An American saga película dirigida por Kevin Costner con Kevin Costner, Sienna Miller, Isabelle Fuhrman
La primera parte del macro-western épico de Kevin Costner es una televisiva introducción, emotiva y espectacular, a un serial para fans del género que deja con ganas de más.
Si algo ha demostrado esta edición del Festival de Cannes es que, llegados a una determinada edad, sobran las excusas. Coppola, Schrader y Costner han hecho (supongo) los proyectos que bien les ha venido en gana, con sus riesgos suicidas y el infinito amor que destilan por el medio. Así que allá tú (o yo) si les acompañas o no en el viaje.
En el caso del periplo epicúreo del director de Bailando con lobos (1990), sería bastante injusto rasgarnos las vestiduras y sentar cátedra sobre un obra que desde el principio anuncian como mera parte de un todo. Su título no esconde el espíritu fragmentado de un desafío en varias etapas con el que rendir sentido homenaje a los seriales y novelas episódicas de indios y vaqueros con las que se crió la estrella. Por eso este capítulo inicial responde sin miramientos a las claves de la introducción de unos personajes románticos hasta la médula, múltiples tramas con aroma a clásico y contingencias épicas en entornos reconocibles y espectaculares, cuya fuerza no se agote a las primeras de cambio y nos deje con ganas de volver a enfundarnos las espuelas. Y así hay que mirarla.
Horizon se construye desde su comienzo, y se extiende en su portentosa hora inicial, como un carta de amor testamentaria a un género en el corazón de quién lo narra. Poco le ha importado a Costner dejar cadáveres por el camino (su colaboración con Sheridan, su matrimonio, parte de su fortuna…), pues el único sueño de un hombre que necesita un caballo y sombrero para respirar es el de otorgarle al cine una experiencia mítica única sobre la que se reconstruya el alma de toda una nación.
Esto no significa, como nada puede hacerlo, que dejarse la piel conlleve el triunfo. Si antes decía que la primera hora de esta novela río era irresistible, centrada en el ataque apache a un campamento colono y sus consecuencias, donde se llega a conjugar la violencia pasional de Los que no perdonan (1960), las dos siguiente si encuentran muchos mas problemas de ritmo y tono. Su fragmento central, en el que se plantea un western nevado de una caza a una mujer y un niño en las montañas de Wyoming con Costner asumiendo el viejo papel de guardaespaldas redentor, tiene demasiados hilos sueltos, y la tercera vía, la de una caravana colonial liderara por Luke Wilson (fatal error de casting), no cumple con la épica emotiva de las dos predecesoras. Por suerte, la disgregación de estas mismas historias en mas subrelatos nos regala a una panda de vengativos pistoleros contra los indios que son maravillosa zona gris (que escena la de la cantina y el joven) o romances tan telenovelescos como el que aparece entre Sam Worthington y Sienna Milller, que compro sin vergüenza alguna.
A esto hay que sumarle que la elección formal de Costner para este maremágnum de género le deja mucho mas cerca de la prosa en cascada del formato televisivo, de donde lleva años mamando bajo la teta de Sheridan con Yellowstone y sus varios spin-off, que de los líricos pliegues morales de esa casi obra maestra llamada Open Range (2003), entregada20 años atrás. Lo cual se traduce en una narración mucho mas plana y arbitraria. Como si una presunta postura inicial de apuesta televisiva se haya ido reconstituyendo y condensando en largometrajes extra largos (3 horazas tenemos aquí) a base de fusionar episodios, con el bello propósito de recuperar la experiencia total de la sala de cine (si fuese cuestión de dinero me decepcionaría enormemente). ¿Es esto malo?, pues no necesariamente, pero sabiendo de la capacidad de este director por controlar la huella crepuscular de Sin Perdón (1994), pues queda raro que se lo ponga tan fácil a sus detractores.
Aún así, especialmente si uno es amante del western y acepta estos regalos sin miramientos, encontrará muchas recompensas emotivas en este espectacular cabalgar hacia la promesa de un nuevo horizonte. Emoción que tampoco sería posible sin esa conjunción soberbia resultante entre la fotografía de James M. Muro (con quién ya trabajó en la mencionada Open Range) y una excepcional partitura de John Debney, quien entrega su mejor trabajo de lejos.
Dejarse llevar y disfrutar en la butaca es el único consejo que le doy a todo aquel que desee emprender este viaje prometedor de varios años en la América salvaje a través de la pantalla. Pues disfrutar es lo que empequeñecerá los errores de una obra imperfecta y todavía incompleta como par ser tildada de éxito o fracaso. Por ahora, y visto el adelanto final en forma de “próximamente en Horizon”, lo único justo que puedo decir es que tengo ganas de más. De mucho más.
Miguel Ángel Espelosín
¿Cuándo se estrena Horizon de Kevin Costner?
Horizon de Kevin Costner se estrena el 28 de junio de 2024
Crítica Horizon An American saga
Copyright 2024 AccionCine. Se permite el uso del contenido editorial del artículo siempre y cuando se haga referencia a su fuente, además de contener el siguiente enlace: www.accioncine.es
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp o Telegram para recibir las noticias en tu móvil o únete al grupo AccionCine de Telegram para conversar de cine y hacer amigos.
anime Beastars Blue Box Fabien Frankel Gru Gru 4 Mi villano favorito La casa del dragón Matt Smith Superdetective en Hollywood
Crítica Horizon An American saga
