Crítica La ciudad de los guerreros película dirigida por Soi Cheang con Raymond Lam, Sammo Hung, Louis Koo, Philip Ng
Una película llena de acción y escenas espectaculares, con una gran puesta en escena y un ritmo irregular
De qué va La ciudad de los guerreros
Ambientada en el Hong Kong de los años ochenta, con la ciudad amurallada de Kowloon como telón de fondo, la película sigue al joven Chan Low-kwun, un joven que, tras ser estafado por un mafioso local, acaba refugiándose en la ciudad dentro de la ciudad, donde no sólo encontrará un rincón donde esconderse, sino también un sitio en el que empezar de nuevo y al que poder llamar hogar.
Puro entretenimiento con aire de anime en imagen real
Cuando nos presentamos en la pasada edición del festival internacional de cine de Sitges, una de las citas obligadas, al menos para el fan del cine asiático y de artes marciales, era la que entonces se llamaba Twilight of the Warriors: Walled In, pero que finalmente ha sido titulada en nuestro país como La ciudad de los guerreros. Una película dirigida por Soi Cheang, quien finalmente se alzaría con el galardón a mejor director del festival. La apuesta por la película no podía ser más acertada, porque la película es un festival para los sentidos de inicio a fin.
No es perfecta y, de hecho, a veces parece como si existiesen dos películas en una que intentan encontrarse y fluir juntas, no siempre de la forma más adecuada, pero es un espectáculo de primer orden con una soberbia puesta en escena, un reparto impecable y una dirección que nos sumerge en la ciudad amurallada de Kowloon, presentándonos su peculiar población y los lazos que se crean entre sus habitantes, con la llegada de un desconocido que poco a poco encuentra su lugar en la región. Pero para mantener lo poco que tiene tendrá que luchar hasta el final.
La película cuenta con grandes nombres como Sammo Hung, Louis Koo o Aaron Kwok, en papeles secundarios, con Raymond Lam como el gran protagonista de la historia. Todos ellos muy bien en su papel y, como el resto del reparto, en las espectaculares coreografías y escenas de acción de la película, que nos llevan de un arranque más centrado en lo realista y una parte final que es una completa locura llena de superpoderes y escenas que parecen sacadas de un anime, lo que casa con el origen de la historia que está basada en la obra de Yi Yu.
Dos películas en una, lo que provoca problemas de ritmo
Más allá de las brutales escenas de acción y la fantástica puesta en escena, con el enorme decorado de la ciudad que fue creado para la ocasión y al que no le falta detalle, hay dos películas encerradas en La ciudad de los guerreros. Una primera parte que parece un thriller criminal con un hombre buscando una segunda oportunidad y una guerra por el poder en Hong Kong, y una segunda parte en la que el realismo sale por la ventana para convertirse en lo que realmente es la película, puro espectáculo sin frenos.
Pero esas dos partes no siempre casan. Hay elementos que son presentados (la niña y su madre) y que son abandonados tras darle una gran importancia al principio. Hay un montaje a veces acelerado, otras demasiado pausado, que dejan la sensación de que a la película le sobra metraje, no mucho, pero le sobra, y que, si se centrase sólo en la historia que le interesa realmente, sería mucho más redonda. Pero, con todo y con eso, la película es un entretenimiento de primer orden y toda una gozada para los fans del género.
Jesús Usero
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Crítica La ciudad de los guerreros
