Crítica La Vida Ante Nosotros película dirigida por Nils Tavernier, Emmanuel Mathieu con Violette Guillon, Laurent Bateau
Una historia basada en hechos reales sobre una familia que tuvo que esconderse durante años de los nazis en París.
De qué va La Vida Ante Nosotros
Una familia judía vive en París durante la ocupación nazi. Con la ciudad en contra de ellos, deberán esconderse en una pequeña habitación de la que casi no pueden salir, durante años, para evitar ser detenidos y llevados a un campo de concentración, lo que hará que cada cosa que hagan pueda determinar su destino.
Ecos de El diario de Ana Frank en París.
No es precisamente un tema que no se haya tratado antes en el cine o la televisión, pero la verdad es que este tipo de dramas históricos tienen su público, y no cabe duda de que La vida ante nosotros recuerda vagamente a la historia de Ana Frank, con una familia encerrada en un pequeñísimo apartamento del que no pueden salir, casi, y en el que cualquier paso en falso puede determinar que sean descubiertos y llevados a un campo de concentración. No es una historia nueva, no, por lo que la clave en estos casos es cómo se relata la historia y si aporta algo que realmente pueda brillar ante el espectador.
Y la historia es interesante, el drama de esta familia compuesta por un matrimonio y su hija adolescente que se encuentra encerrada en un minúsculo habitáculo durante años, pero la película no termina de saber enfocar la historia y se pierde entre los recovecos de la misma, planteando ideas y tramas que nunca llega a resolver. Contando pequeños episodios e historias de la familia que luego acaban olvidados, o llevando al límite lo que el espectador puede o no puede creerse. Todo ello pese a sus aciertos, que los tiene, pero que convierten la película en un proyecto muy irregular.
Sin duda entre los aciertos encontramos el reparto, donde Violette Guillon, quien da vida a la hija de la familia, se convierte en los ojos del espectador. A través de su mirada descubrimos el amargo mundo en el que habita, pero en el que nunca pierde la fe, ni la inocencia. Es un ancla imprescindible para la audiencia y la actriz brilla, también gracias a la relación que tiene con Guillaume Gallienne y Adeline D’Hermy, que interpretan a sus padres, con dos personajes completamente distintos, el de una madre abnegada y sufridora y el de un padre silencioso e impotente ante la tragedia. Sandrine Bonnaire y Laurent Bateau también están magníficos como ese matrimonio que decide proteger y esconder a esta familia.
Buen trabajo de dirección, pero un guión sin brillo.
No es nada sencillo, como hemos dicho en muchas ocasiones, rodar una historia completa casi entre cuatro paredes, sin mucho más que mostrar. El espectador puede cansarse pronto de lo que ve y aburrirse visualmente, pero el trabajo del director, Nils Tavernier (hijo de Bertrand Tavernier y la guionista Colo Tavernier), lo consigue y nos trasmite esa sensación de encierro, pero también de necesidad de libertad, como, por ejemplo, con el tema del baño y el tragaluz que da al tejado…
Pero el guión falla. Propone ideas que nunca llega a completar. La película nos señala días concretos de la historia de esta familia, con diversos problemas, que, o resuelve de forma poco creíble (el tema de la herida), o simplemente deja colgados o no desarrolla lo suficiente (la falta de alimento, los chicos de los panfletos, el hijo del matrimonio que les acoge…), dejándonos la sensación de estar viendo una serie de anécdotas en lugar de una historia estructurada. Una trama resuelta en poco más de 90 minutos, pero que podría haber dado para una miniserie que realmente explorase todo lo que la película llega a proponer. Interesante, pero muy irregular.
Jesús Usero
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Crítica La Vida Ante Nosotros