Crítica Strange Darling película dirigida por J.T. Mollner con Willa Fitzgerald, Kyle Gallner, Madisen Beaty, Barbara Hershey
Una peculiar y brillante forma de contar un thriller en torno a la figura del asesino en serie.
De qué va Strange Darling: Una joven está siendo perseguida por un implacable hombre que desea asesinarla. Así comienza un relato que juega mucho con la perspectiva del espectador y con lo que esperamos o creemos que va a suceder a continuación, gracias a su particular narrativa.
Cuando todo está contado, la clave está en cómo se cuentan las cosas
EL thriller es uno de los géneros más trillados que existen. En realidad, todos lo están, pero en el caso del thriller, donde la sorpresa y la puesta en escena son tan importantes, parece que todo está ya contado y que no hay forma humana ni divina de sorprender al espectador. Más aún si cabe en una película sobre asesinos en serie y víctimas indefensas, que hemos visto una y mil veces en clave de suspense o de terror. Pero la nueva película de J.T. Mollner es consciente de todo eso y sabe cómo evitarlo. La clave, como casi siempre, está en cómo contar la historia.
Por eso funciona Strange Darling, porque su juego con el espectador, propuesto desde el primer minuto, nos traslada a un puzle que nosotros mismos debemos resolver. Y, aunque las respuestas sean evidentes desde bien pronto, elegimos resolverlo porque la película tiene una fuerza arrolladora tanto en sus imágenes como en su puesta en escena, y te atrapa desde el inicio con sus personajes, que son otra de las claves de la película. Dos personajes centrales que tienen muchos recovecos, muchas luces y sombras y que nos permiten ir descubriendo poco a poco lo que esconde realmente la historia.
Y es muy sencillo entender a los personajes y entrar en su juego del gato y el ratón, porque los dos actores centrales están maravillosos en sus papeles. Ella como víctima y él como perseguidor, aunque no se quda la película en la superficie, porque nos permite ir descubriendo poco a poco, quiénes son realmente, qué les motiva y por qué han llegado a esta situación límite. Iremos quitando capas para llegar al corazón de los hechos y para sorprendernos, o no, con la historia completa, que sigue dejando un sabor de boca maravilloso una vez termina. Eso, sin este par de actores, no sería posible porque necesitamos conectar con ellos del modo en que lo hacemos aquí.
Una estética muy cuidada y un acabado impecable
Rodada en 35 mm, la película destaca también por su cuidada estética y fotografía. El también actor Giovanni Ribisi, es el responsable de la dirección de fotografía, y el resultado es magnífico. El uso del color, la planificación, los movimientos de cámara… Mollner ha encontrado en Ribisi al colaborador perfecto para sacar el mejor partido a las imágenes de la película, con una paleta de colores que brilla aún más gracias a haber sido rodada en formato analógico. Es una maravilla a nivel visual de una forma coherente y discreta, sin excesos.
Y todo funciona gracias a la inteligente narrativa. Contar la película en seis episodios y desordenar la forma en la que nos llegan nos engancha desde el primer minuto y hace que el viaje merezca la pena. Porque, aunque podemos intuir lo que está sucediendo, siempre queremos descubrirlo y lo esperamos en el siguiente capítulo. Es una forma inteligente y divertida de revitalizar la narrativa del género, que nos permite disfrutar todavía más de la historia. Una forma inteligente y creativa de hacer que la película brille y destaque como uno de los mejores thrillers del año.
Te gustará si te gustó
El cine de asesinos en series, el suspense y el thriller, con películas como Alta tensión de Alexandre Aja como mejores ejemplos.
Jesús Usero
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Crítica Strange Darling