Entrevista Mel Gibson nos habla de Amenaza en el aire
Con motivo del reciente estreno de su última película como director, Mel Gibson nos habla sobre Amenaza en el aire, el claustrofóbico y acelerado thriller protagonizado por Mark Wahlberg, Michelle Dockery y Topher Grace.
¿Qué lo atrajo de Amenaza en el aire?
Leí el guion y era rápido. Me mantenía en vilo. Pensé que nos echaríamos unas risas con él. Era a la vez aterrador y absurdo al mismo tiempo. Tenía una rara mezcla de elementos que me parecieron encantadores.
¿Cómo fue trasladar ése guion a una película?
Uno tiene que darse cuenta del potencial de lo que lee y buscar si puede sacar más, y creo que lo logramos. Es lo que hicimos. Me senté con el guionista, revisamos el guion un par de veces y extrajimos más pepitas de oro de él, y luego, claro, cuando llegan los actores, en este caso Mark, Michelle y Topher, sacan su propio repertorio de trucos. Así que es muy agradable trabajar con otras personas que conocen el potencial de su desempeño artístico y dan lo mejor de sí.
¿Fue difícil el rodaje en el espacio reducido del avión?
Había complicaciones, pero tenía suficiente tamaño para moverse. Enhorabuena a los cámaras, al equipo de iluminación, a todos, y al escenógrafo, porque fue clave, David Meyer comprendió y yo estuve totalmente de acuerdo con él, que debíamos tener un avión compuesto por módulos, que se pudieran arrancar las ventanillas, quitar el morro. Teníamos que ser capaces de desmontarlo y volver a montarlo para rodar. La funcionalidad del decorado y la pericia que era necesaria en un plazo de tiempo muy breve fueron un milagro del escenógrafo, que domina su trabajo.
¿Cómo fue trabajar con Johnny Derango, el director de fotografía?
Trabajé con Johnny en una película de bajo presupuesto en Canadá hace tiempo. Y me di cuenta, en aquella ocasión, de que sin presupuesto ni tiempo, quedó de maravilla. Y pensé que tenía que trabajar con aquel hombre. Y acerté por completo, porque esta película queda de maravilla, y la rodamos en 22 días con otros avances técnicos a nuestra disposición que ninguno de los dos habíamos utilizado anteriormente. Pero ahora, de alguna manera, aprendimos con esta película.
La película combina claustrofobia y vistas amplias.
Ir en un avión siempre es claustrofóbico y creo que despertamos el desasosiego probablemente de casi todo el mundo, por así decir, o el miedo a volar, el miedo a la altitud, a caer, a estrellarse, todo eso. Así que teníamos un espacio muy pequeño. Lo maravilloso de la película fue que se desarrolla sobre la cordillera de Alaska que son unas montañas impresionantes, espectaculares y, al mismo tiempo, intimidantes y aterradoras. Aunque sucede en un avión, se percibe como algo abierto, y las vistas son espectaculares. Así que el marco es muy amplio. Eso es lo que me gustó de la localización.
¿Cómo fue dirigir a Michelle Dockery en el papel de Madolyn?
Ella es una actriz consumada. Por lo que he visto de su trabajo, es capaz de transmitir un montón con muy poco. Es sumamente sutil en lo que transmite solo con una expresión facial. Suelo estudiar ese tipo de cosas y supe que era buena. En fin, no podía salir mal. Ella mostró interés, le gustó el guion, y yo dije: “De acuerdo. Adelante”. Solo hay que decir acción y corten. Ella lo plasma a la perfección.
¿Qué opina del trabajo de Topher Grace como Winston?
Sí, el único que no necesita que lo esposen es él. Y lo esposan. Es algo… ya sabes, en cierto modo, el personaje es un arquetipo. El contable que es como un alma cándida y muy miedica. Y, de repente, vive su peor pesadilla en todos los aspectos.
En ésta película vemos a Mark Wahlberg en un papel diferente.
Él interpreta a una especie de psicópata. Es un psicópata. Y, al mismo tiempo, resulta extrañamente divertido. No sé ni cómo describirlo, pero… Él lo entendió, logró encarnarlo y darle el tono correcto, el nivel adecuado. Casi te da la risa con algunas cosas que dice, aunque son horribles. Hizo el recorrido por ese camino muy bien. Pero ese es su arte. Creo que es más metódico de lo que le gustaría reconocer. Y realmente lo clava.
La película te lleva a apoyar a personajes imperfectos.
Te pones de su lado porque en el fondo, son simpáticos, entrañables, tienen humor, tiene defectos, cosas con las que todos nos identificamos. Mostraron todo eso, y el guion les da una gran oportunidad de exhibir esas cualidades que tienen. Os gustarán, creo. A mí me encantaron mis personajes. Incluso los tíos de la radio.
¿Qué hicieron para crear acción e intensidad en un espacio reducido?
Contamos con gente con mucho talento, ángulos de cámara y nos planteamos qué hacer en ese espacio para rodar escenas de bastante violencia. Creo que conseguimos plasmarlo bien en un espacio pequeño, porque la acción es difícil incluso con mucho espacio, pero cuando estás atrapado en un lugar tan pequeño, rodarla de modo que funcione… Todas las felicitaciones y el mérito para el equipo de cámaras y de dobles por ser capaces de crear el espacio para que suceda eso.
¿Cuáles son sus objetivos con Amenaza en el aire?
Cuando lo leí me pareció un guion que me atrapaba y era rápido, me reí un montón y, al mismo tiempo, había una sorpresa de tanto en tanto, y pensé: “¡Hala!”. Cuando lo terminé, lo acabé rápido, me había entretenido, me había divertido y me había aterrado, y pensé que quería compartir lo que vi en él con otras personas.
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