Hacemos un repaso a las mejores películas de Richard Norton tanto como actor como entrenador de actores y doble de acción
Nacido en Melbourne, Australia, en 1950 y fallecido en esa misma ciudad ayer cuando contaba 75 años, Richard Norton, maestro en artes marciales (karate, jiu-jitsu, judo) desarrolló una especie de doble vida profesional en Hollywood.
Por un lado, en su faceta como entrenador de actores y doble de acción, sus habilidades como artista marcial le llevó a ser la mano que mece la cuna de muchas de las hazañas físicas que disfrutamos en las secuencias de acción y combate de estrellas como Scarlett Johansson, Liam Neeson o Charlize Theron.
Pero además Norton logró sacar adelante una carrera frente a las cámaras como actor que le ha convertido en figura de referencia para los aficionados al cine de explotación, acción y serie B desde principios de los años ochenta hasta la actualidad.
Actor de “reparto”
Esa carrera como actor se forjó desde un prólogo-puente que fusionaba su habilidad como doble de acción y su talento para ejercer como experto en repartir golpes, pero también, muy importante, una especial experiencia en el mundo de la violencia real después de haber ejercido como guardia de seguridad en discotecas y oficiar como guardaespaldas de grupos de rock como los Rolling Stones.
Si sobrevives a eso y sales entero de la experiencia, repartir estopa en las ficciones de Hollywood es pan comido, especialmente si tienes un amiguete como Chuck Norris en pleno ascenso de su propia trayectoria profesional como estrella del género de acción dispuesto a introducirte en el mundillo de las fábulas hollywoodienses en base a ponerte una máscara de ninja para que intercambies unos cuantos golpes con él ante las cámaras en Duelo final (1980), debut de Norton en esa doble función de especialista y al mismo tiempo actor con papel breve pero contundente en el reparto de tollinas de rigor interpretando a Kyo, uno de los matones del temible Seikura, dispuesto a hacer que Chuck vuelva a salvar el día.
La primera “era Norton”
Iniciada esa trayectoria profesional como actor en la que para quien esto escribe es una de las películas más divertidas de la primera cosecha de la carrera de Chuck Norris, se inicia lo que podríamos denominar Primera Era Norton, una etapa en la que nuestro protagonista parecía enfocado a convertirse en nueva estrella del cine de acción de presupuesto medio bajo, y done destacan sus contribuciones en películas producidas en el trepidante y peligroso cine rodado en Hong Kong, lo que le llevó a ser junto con la incombustible Cynthia Rothrock, uno de los pocos actores occidentales admitidos en la locura de la filmación de las arriesgadas secuencias de combate a calzón quitado en las producciones asiáticas.
Es en esa primera fase de su carrera ante las cámaras donde encontramos al Norton más memorable, debutando como protagonista nada menos que a las órdenes de un artesano esencial del género de artes marciales, Robert Clouse, el director de la mítica Operación Dragón (1973) protagonizada por el monarca indiscutido de todo este asunto: Bruce Lee.
Socio de Cynthia Rothrock
La película se tituló Los cinco invencibles (1981), y Norton pudo codearse en ella con estrellas del género como Joe Lewis y Benny “Jet” Urquídez. A partir de es momento podemos encontrar a Norton destacando en secuencias de combate junto a Jackie Chan en El regreso de los supercamorristas (1985), o Sammo Kam-Bo Hung en Millionaires Express (El tren de los millonarios) (1986), pero sus apariciones más destacadas como actor serán junto a Cynthia Rothrock en El cristal mágico (1986), Dragones de papel (1987), China O´Brien (1990), China O´Brien II (1990), Lady Dragón (1992), La furia y el honor (1992) y Negocios sucios (1992).
Su propia ciencia ficción
En el huracán de película de acción que contaron con él en papeles destacados en los ochenta y noventa cabe destacar también las imprescindibles copias de éxitos de la ciencia ficción como Mad Max o Terminator en títulos como Equalizer 2000 (1987), Mission Terminate (1987), Cazadores del futuro (1988), Hyper Space (1989) y Cyborg ejecutor (1994).
Más reparto de golpes
Y para cerrar esa era dorada, además de aparecer junto a Rutger Hauer en la icónica de culto Sangre de héroes (1989) o Jean-Claude Van Damme en Lionheart: El luchador (1990), podemos verle luciendo habilidades en El guerrero del sol (1992), City Hunter (1993), una de las mejores películas de su filmografía, Rage (1993), Impacto directo (1994), Peligrosamente duros (1995) y otra vez frente a Jackie Chan en El super chef (1997).
Miguel Juan Payán
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