Llegaron de noche ★★★
Crítica de Llegaron de noche
Crítica de la película Llegaron de noche
Llegaron de noche.
La guerra civil que asoló El Salvador, entre 1979 y 1992, provocó estremecedores actos de violencia contra la población civil. El enfrentamiento entre las fuerzas armadas de los gobiernos militarizados y la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMNL) causó 75.000 muertos, y más de 15.000 desaparecidos. Un conflicto en el que también se perpetraron los asesinatos programados de religiosos, como el arzobispo Óscar Romero y el padre Ellacuría. Precisamente, este último crimen es el que escenifica el cineasta Imanol Uribe, en Llegaron de noche.
Bajo la técnica narrativa de los constantes flashbacks, la trama de la película recoge las vicisitudes de Lucía (Juana Acosta) y de su familia, cuando estos deben huir de San Salvador, para intentar testificar sobre el asesinato de Ellacuría y los cinco religiosos que convivían con él, tiroteados en el interior de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). La mujer presencia cómo un grupo de soldados abría fuego indiscriminado contra los jesuitas, mientras estos estaban indefensos. Unas revelaciones que contrastan con las mantenidas por los órganos gubernamentales, que señalan a los guerrilleros como los causantes de la matanza. En peligro desde que se conoce la historia de la limpiadora, el guion reproduce la odisea de Lucía y los suyos, mientras las autoridades estadounidenses parecen dispuestas a silenciar el asunto.