La historia es por todos los fans de Stephen King conocida, aunque el director y sus guionistas, Cary Fukunaga, Chase Palmer y Gary Dauberman, hacen un excelente trabajo a la hora de hacer la historia cercana para cualquier espectador, haya leído el libro o no. Ambientada en 1989 (hasta podemos ver un poster de Arma Letal 2 que fue lanzada ese año), la película mueve a sus personajes con mucha inteligencia y haciendo que todos y cada uno de ellos destaquen por sus propios méritos. Un grupo de perdedores que investigan la desaparición de varios niños, algo que sucede en su pequeña ciudad cada 27 años, mientras son acosados por la presencia de Pennywise, que cada vez se acerca más a ellos, llevándoles al enfrentamiento final. Muschietti sabe proporcionar momentos de humor, de ternura y de verdadera amistad entre los protagonistas, en un reparto en el que, entre los más jóvenes, destacan los nombres de Jaeden Lieberher, Finn Wolfhard y, sobre todo, Sophia Lillis. Aunque la presencia de Wolfhard supone una de las pocas pegas de la película, al extenderse. Porque nos recuerda demasiado a Stranger Things y tiene mucho sentido que lo haga, aunque debería ser al revés.
Los creadores de la serie se presentaron voluntarios para dirigir esta película, pero no consiguieron el trabajo, por lo que crearon Stranger Things, que homenajeaba a Stephen King y se inspiraba en varios de sus trabajos, especialmente en IT. Así que es la serie la que se inspira en esta historia, pero al haber salido antes la serie, y ser tan popular, es inevitable que parte del público no piense en los parecidos, y se sienta alienada de la película, sobre todo con la presencia de Wolfhard. Sería un error no pararse a disfrutar de la maravillosa ambientación y del ritmo de la historia que hacen que las dos horas y cuarto de proyección se pasen en un suspiro. Muschietti logra que el miedo llegue a plena luz del día, ya sea en una biblioteca, junto a un matadero o con la visita a una casa muy particular. Sabe el director condesar esos momentos, no perder de vista lo cotidiano e ir creando la tensión necesaria para llegar al momento adecuado, ese en el que esperamos el susto, que a veces llega y otras no. Y esa es otra de las claves. No abusa de los sustos. Los dosifica maravillosamente para que se den en los momentos perfectos.
Lo que nos lleva a lo verdaderamente aterrador de la película, más allá de Pennywise. Los habitantes del pueblo. El mundo que rodea a los jóvenes, tan peligroso o más que el payaso, tan terrible que provoca escalofríos y produce miedo real. Sí, lo más aterrador de la película no es el villano, son quienes acompañan a nuestros héroes. Una madre excesivamente protectora, unos padres que ignoran a sus hijos, otros que obligan a hacer cosas terribles (ese matadero) y otros que son abusivos y peligrosos. Es algo que experimenta en primera persona el personaje de Lillis, no sólo con la terrible figura de su padre, sino hasta cuando va a la droguería a comprar ciertas cosas y el dependiente… bueno, en el tráiler se intuye algo, pero hay que verlo en persona. Ahí es donde la película triunfa como terror de verdad, del que se queda en la cabeza del espectador y le produce pesadillas, porque es miedo a algo que realmente nos puede suceder a todos, o nos ha sucedido. Por eso IT es tan inteligente (aunque Fukunaga abandonase el proyecto como director, su guión original y algo en el tono nos recuerda a él e, inevitablemente, a True Detective por ejemplo) y por eso es una de las mejores películas de terror que hemos visto en mucho tiempo.
Jesús Usero
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