Evidentemente una película como ésta depende de lo mucho que estemos involucrados ya en el universo Marvel cinematográfico, aunque sorprenden algunos detalles de lo fácil que se olvidan ciertas cosas, también agradan el cuidado puesto en que otras piezas encajen como un guante, por ejemplo la presencia de Wanda en la película. El resultado quizá no sea perfecto, pero es un fascinante viaje lleno de acción y aventuras, con un ritmo trepidante y con un toque de cine de terror que nos recordará por momentos a los orígenes de Sam Raimi. No sólo eso, el director ha plagado la cinta de detalles visuales, pistas y homenajes no sólo a su carrera en el cine de terror, sino también a su experiencia al frente de Spider-Man hace ya 20 años.
Aunque Benedict Cumberbatch sigue siendo el protagonista y un actor de campeonato (mucho ojo a una escena al inicio en una iglesia) la presencia de Elizabeth Olsen es, simplemente, arrolladora. Es, en esencia, toda la película y justifica en cierta medida WandaVision. De hecho me atrevería a decir que muestra por qué no era necesario alargar tanto aquella serie. Mención especial también a Xochitl Gómez como la más reciente incorporación a Marvel. La película además mejora la presencia de Rachel McAdams, respecto a la primera película, pero lo hace en detrimento de Chiwetel Ejiofor, por ejemplo, cuyo personaje parece desaprovechado, la verdad. Por supuesto no vamos a hablar aquí de cameos, apariciones especiales o cualquier otro tipo de Spoiler innecesario.
Sí diremos que hay sorpresas, muchas, pero quizá no las que el público espera, lo que es bueno porque van a sorprendernos, sí, pero más de uno creerá que le han engañado. Es bueno que las sorpresas estén más en el plano argumental que en cualquier otro, y por eso funciona la película. Funciona menos cuando se pone cursi, que se pone demasiado a menudo, desde el arranque, y también en un tramo final algo atropellado donde ciertas cosas no quedan bien planteadas. Se agradecen ciertos toques que no parecen sacados de una película PG-13. El resultado no es redondo, ni perfecto, pero es un gran entretenimiento que nos trae una película con menos humor, más siniestra y muy disfrutable. Aunque no sea lo que muchos esperaban.
Jesús Usero
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